AUTOR: Ángel González Blanco
SIPNOSIS: Por primera vez, he asistido a una sesión cinematográfica en papel. Algo que repetiré en futuras ocasiones si se me presenta la oportunidad.
El género que el famoso cineasta Miguel Picazo, el de La tía Tula define, con acierto, como «filmoliteratura», ha sido para mí un interesante descubrimiento.
La película de Ángel G. Blanco, que he visto en papel, Al amor hay que matarlo, me ha proporcionado unas amenas y reflexivas horas. No es el caso de la manida expresión: «me la he leído de un tirón» que se suele decir cuando has leído una novela escrita por algún amigo. No, no es el caso. Yo, esta película, la he visto lentamente, sin prisas y el hecho de haberla visto en papel, me ha permitido “revisualizar” más de una secuencia, especialmente aquellas, y varias hay, que rezuman ternura.
BIOGRAFÍA: Conocídisimo actor de series de televisión, guionista, escritor y profesor de interpretación de cine y teatro, formado teatralmente junto a la legendaria Elisa Ramírez, colaborador habitual del gran Miguel Picazo, cuenta con un gigantesco curricular en su haber. Ángel Blanco inició su carrera en míticas producciones cinematográficas de finales de los sesenta, principio de los setenta, que hoy son hoy ya filmes de culto: “LA CAMPANA DEL INFIERNO” (1973) de Claudio Guerín, “LA SEMANA DEL ASESINO” (1973) de Eloy de la Iglesia, de la Iglesia.
“DEADFALL” (1968) dirigido por Brian Forbes y junto a Michael Caine. Una exitosa y brillante carrera, que también incluye una interpretación de la mano de Roberto Rossellini en “SÓCRATES” (1970).
